Qué hacer cuando hay inquietud vocacional en el corazón

Pastoral Vocacional.
¿Qué hacer cuando surge una inquietud Vocacional?
Por Sandro Mancilla ss.cc.
Normalmente la inquietud vocacional por la vida religiosa o el sacerdocio surge cuando ha habido una experiencia profunda de fe en la familia o en alguna actividad pastoral. Por lo tanto, es bastante común que los jóvenes que participan comprometidamente en las distintas comunidades de Iglesia se pregunten por la posibilidad de ser religiosos (as) o sacerdotes.

Ante todo lo primero que hay que hacer es no asustarse ni descartar la posibilidad por loca que parezca. ¿Por qué a mí? ¿podré hacerlo?, son preguntas que surgen ante una posible vocación en la que comprobamos que son pocos los escogidos.Es precisamente esta elección -que no es nuestra, sino de Dios- la que debe pasar a ser central, es Dios quien llama y, por tanto, es Él quien sostiene el llamado; entonces, ¿qué temores pueden sostenerse?

La actitud fundamental ha de ser la de escuchar, estar abiertos y disponibles a lo que la voluntad de Dios te dicte. Se trata de un escuchar confiados en Dios, quien como nuestro Padre sabe lo que es mejor para cada uno.La pregunta ya no es ¿por qué a mí?, sino: Señor, ¿qué quieres de mí?Para responder esta pregunta necesitamos hacer un camino personal de profundización del encuentro con Jesús: ser fieles a la oración, a la eucaristía, leer su Palabra, servirlo en el hermano, etc. Se precisa mantener una vida que esté con todos sus sentidos dispuestos a escuchar la voz del Señor, y esto es importante hacerlo en el contexto cotidiano y normal de la vida, en los estudios, el trabajo, la familia, los amigos; allí es donde Dios nos habla.
De eso se trata el discernimiento, de ser capaces de descubrir en medio de la propia historia personal el paso y la huella de Jesús y la invitación personal que te hace.

Finalmente, como nos cuesta ser objetivos con nosotros mismos y nos cuesta ser perseverantes, es fundamental confrontar la vida, esta historia personal, con alguien que te ayude a descubrir la voluntad del Señor, con quien puedas caminar, que te pueda iluminar y acompañar.

Es bueno darse un tiempo prudente de acompañamiento -alrededor de un año- con algún hermano o hermana para disponer las mejores condiciones para una respuesta a lo que Dios te llama.El discernimiento de una inquietud vocacional no necesariamente lleva a ingresar a una congregación o seminario, sino que fundamentalmente debe ayudar a dar la respuesta al llamado que Dios hace, el cual se expresa en múltiples caminos distintos.

Ante una inquietud vocacional el mejor camino es atreverse con confianza a dilucidarla; un discernimiento sincero, libre y responsable te ayudará a responder con gozo a una de las preguntas más fundamentales de la vida y, consecuentemente, a madurar profundamente como persona y en tu fe.

La vocación de los religiosos: Dejarlo todo para seguir a Jesús
Por Esteban Gumucio ss.cc.
¿Qué es lo específico de la vocación de los religiosos en la vida de la Iglesia?
La regla de Vida de nuestra Congregación introduce así su respuesta: “Todo cristiano queda configurado con Cristo y llamado a revestirse de sus sentimientos. Sin embargo, hay muchas maneras de vivir a Cristo e imitarle. Una de las que propone el Evangelio es dejarlo todo para seguir a Jesús, como los apóstoles, los discípulos y las santas mujeres.

Ser religioso supone el compromiso profesado ante los hombres de preferir sólo a Jesucristo y estructurar la vida en consecuencia. La profesión religiosa quiere expresar la plenitud de la entrega de uno mismo a Dios en la vida concreta.La profesión religiosa no es una promesa solitaria ante Dios solo, sino un acto público, en la Iglesia, que incorpora a una comunidad de hermanos con su vocación y misión propias. Son elementos esenciales de la vocación religiosa la profesión pública de los consejos evangélicos y la vida fraterna, llevada en común bajo diferentes formas y estructuras. Por la acción gratuita del Espíritu Santo, la vocación religiosa es un don que la Iglesia recibe de su Señor.

El religioso está invitado a significar, bajo diversas formas, la caridad misma de Dios, en el lenguaje de nuestro tiempo. La vida religiosa pertenece más bien al orden profético y carismático de la vida eclesial. Por sí misma no es un elemento de la jerarquía ministerial de ella. Pero todos los religiosos tienen que ser colaboradores del obispo diocesano en su misión pastoral. La mejor forma que tienen los religiosos para colaborar con sus respectivos obispos en tan diversas tareas como diferentes son las necesidades urgentes del mundo, es siendo fieles al papel que han de desempeñar como comunidad en el misterio de Cristo.

En realidad, la comunidad hace a Cristo presente, es su testimonio y lo proclama con su mismo ser.De las Constituciones ss.cc.: “El Espíritu Santo nos ha conducido a cada uno por diversos caminos a entrar en la Congregación para seguir en ella a Jesús. A ello nos comprometemos al abrazar por amor a Él su misma 'forma de vida' mediante la profesión religiosa. Así quedamos libres para 'estar con Jesús' y disponibles para ´ser enviados por Él' a la misión del Reino de Dios” (N° 11).

Oración por las vocaciones
Dios, Padre y Pastorde toda la humanidad,
Tú quieres que no falten hoy día,hombres y mujeres de fe,que consagren sus vidasal servicio del Evangelioy al cuidado de la Iglesia.Haz que tu Espíritu Santoilumine los corazones, y fortalezca las voluntades de tus fieles,para que, acogiendo tu llamado,lleguen a ser los sacerdotes y diáconos, religiosos, religiosas y consagradosque tu pueblo necesita.
La cosecha es abundante,y los operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies.Amén

Oración por la vocación personal
Por Esteban Gumucio Vives ss.cc.

Jesús, Señor y amigo:
Sé que tú me has elegido para ser tu amigo. Te digo de todo corazón que me siento feliz de ser llamado a tu amistad.De eso no tengo la menor duda.
Sé también que me cuesta ser leal a tu amistad.Soy débil. Me desanimo al verme tan débil.Pero te miro a Ti. Te veo siempre fiel.Antes de que yo reconozca mis fallas. Tú ya me estás buscandopara que me arrepienta y puedas perdonarme. Eres verdaderamente mi gran amigo, Jesús.
Eres el Señor de mi vida.Vengo a pedirte que me hagas ser consecuente con tu amistad.Ayúdame a reconocer con gozo que eres Tú quien me amas primeroy me eliges antes de que yo pueda mostrar algún título para ganar tu amistad.Eres verdaderamente mi gran amigo, Jesús.
Eres el Señor de mi vida.Inspira en mí y en otros jóvenes una gran generosidadpara buscar contigo el mejor camino en tu servicio.
Veo a mi alrededor algunos cristianos que han elegido responsablementey sin titubear el camino del estado matrimonial,para servir al Reino del Padre a través de los gozos y responsabilidadesdel amor humano conyugal.Veo también otros pocos que han elegido librementeel estado religioso y el ministerio sacerdotal,particularmente en esta Congregación de los Sagrados Corazones.
Los veo vivir en comunidad fraterna,los veo dedicar sus talentosy su tiempo al servicio de tu Evangelio.Tengo deseos de seguirte a Ti como lo hacen ellos; pero tengo incertidumbres y temores.Ayúdame a buscar tu Voluntad y no mis caprichos.Ayúdame a elegir con libertad generosa.
Ayúdame a ser dócil al Espíritu Santo. Llámame. Llámame a ser tu religioso de esta Congregación que me has permitido conocer. Sobre todo, llámame a servirte fielmente.
Toca mi corazón para que cualquiera que sea el camino que me indiques,Yo pueda decirte: “Habla, Señor, que tu servidor escucha”.
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